La contaminación, la radiación solar, la alimentación, el déficit de vitaminas o minerales… muchos son los factores que favorecen la sequedad de la piel y con ella, la aparición de arrugas, manchas o flacidez en nuestro rostro.
Para evitar estas incidencias sobre nuestra piel, es fundamental mantener una buena hidrataciónfacial de manera diaria y a través de métodos efectivos y saludables, que nos ayuden a conseguir los niveles adecuados de agua en nuestra piel.