es un procedimiento en el cuál se utiliza todo un abanico de sustancias químicas con el fin de exfoliar (o “pelar”) las capas más superficiales de la piel, siendo necesario para eliminar o decolorar manchas c
ausadas por el sol, disminuir arrugas, e incluso reducir el impacto de las cicatrices causadas por el acné u otros eventos.
Entre mayor sea el poder del agente químico utilizado para el peeling, mayores serán las capas eliminadas durante el proceso, pero también es más probable el hecho de sufrir efectos secundarios.
Aunque a manera general, no se hace empleo de anestesia en los pacientes tratados, en procesos menos cotidianos y más profundos que precisen la utilización de fenol, así como la eliminación de marcas por el acné, se hace uso de una sedación completa. Para estos casos, el proceso se lleva a cabo en un quirófano y requiere de supervisión médica en el hospital por los siguientes dos días.